viernes, 25 de mayo de 2012

El cuento: origen y desarrollo (122) por Roberto Brey


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Literatura árabe

“La aparición del alfabeto árabe resulta característico de la historia de la escritura. En su origen se encuentra un pueblo de caravaneros nómadas que se desplazaban de oasis en oasis, de mercado en mercado, y que hablaban una lengua que no disponía de escritura: no existían, desde luego, condiciones favorecedoras para la aparición de una escritura, que suele surgir de forma general en medios urbanos. Cuando se veían obligados a escribir, los árabes utilizaban un alfabeto derivado del fenicio, el alfabeto nabateo, pero transcribiendo la lengua vehicular comercial de la época, el arameo. Y será este arameo transcrito en alfabeto nabateo, lo que poco a poco irá arabizándose para dar nacimiento al actual alfabeto árabe.”

Así explica el investigador Louis-Jean Calvet, el origen, allá por el siglo IV d.C., del alfabeto árabe que hoy se escribe.
Algunos estudiosos suelen diferenciar a los textos literarios escritos en lengua árabe, de la literatura persa y de la lengua urdu, que usan el alfabeto árabe pero no el idioma. El argumento es consistente  ya que sería lo mismo igualar la literatura portuguesa, con la francesa o la española, simplemente por utilizar el alfabeto occidental.
La literatura árabe surgió en el siglo VI (solo algunos fragmentos se conservan de épocas anteriores), y es El Corán, del siglo VII, la principal fuente literaria de la cultura árabe y de su literatura.
El período anterior a la escritura del Corán y al auge del Islam es conocido entre los musulmanes como Jahiliyyah, o periodo de la ignorancia, en referencia a lo religioso, pero tiene que ver con falta de literatura escrita durante dicha etapa, aunque no a la tradición oral, que fue considerable. Cuentos como el de Simbad (visto en el capítulo 118) y el de Antar bin Shaddad fueron conocidos primero en el medio oral y escritos más tarde.

El Corán surge de la predicación de Mahoma. Esta obra, cuyo  título significa "lectura", "pregón" o "proclamación" es el texto sagrado de los musulmanes, en el que se incluyen, además de preceptos de la religión islámica, textos de doctrina jurídica, narraciones, homilías, parábolas e, incluso, comentarios acerca de cómo tiene que ser interpretado y leído el propio texto. Y es admirado tanto por sus metáforas como por su claridad.
Es considerada la primera obra importante y con gran influencia en la literatura árabe, y la lengua que utilizaba se transformó luego en el árabe clásico, y a aún con los cambios que fue sufriendo, sigue siendo un modelo lingüístico.
El Corán es la primera obra de gran aliento (114 suras o capítulos, que contienen un total de 6.236 ayat o versos), que utiliza la lengua árabe; pero también significa un adelanto estructural respecto de anteriores intentos de literatura árabe. Como la Biblia para otras lenguas, El Corán ocupa un lugar especial en la literatura árabe, es el origen de infinidad de citas e ideas, y su mensaje moralizante forma parte de innumerables obras.
Además de El Corán, otra fuente literaria importante es toda la tradición acerca de lo que Mahoma dijo o hizo. El corpus entero de estos hechos y palabras se denomina sunnah o camino, y aquellos que se consideraron como sahih o genuinos fueron compilados en el hadith.
Mahoma inspiró las primeras biografías que, al tiempo que cubrían la vida del profeta, contaban lo relativo a las batallas y acontecimientos del Islam primitivo y realizaban numerosas digresiones sobre antiguas tradiciones bíblicas.

La tradición cuenta que el califa Ali, tras leer un Corán con errores, instó a Abu al-aswad al-Du'ali a escribir una obra en la que se codificase la gramática del árabe. Khalil ibn Ahmad, más adelante, escribiría el primer diccionario de árabe, junto con obras sobre prosodia y música, y su pupilo Sibawayh produciría la obra más respetada de gramática árabe, conocida como al-Kitab o El Libro.
Los intentos por profundizar en la investigación de la religión islámica fueron de gran importancia en el estudio de muchos otros temas. El califa Hisham ibn Abd al-Malik (691-743), contribuyó al enriquecimiento de la literatura al hacer traducir distintas obras al árabe. La primera se cree que fue la correspondencia de Aristóteles con Alejandro el Grande. Se tradujeron las fábulas de animales del Iruente, traducciones que, como las de la antigua Grecia, circularían por el ámbito intelectual europeo durante la Edad Media. Estas obras serían introducidas de nuevo en Europa a partir de las versiones en árabe. Era la época del pleno auge del imperio Omaya, con centro en Damasco, y su dominio en Asia y en Europa, que duró hasta casi el siglo XVII.

Poesía
La mayor parte de la literatura árabe antigua está en forma de poesía, de prosa rimada o de una prosa rebozante de versos sueltos. Su temática incluye tanto himnos de alabanza, como discusiones particulares, ideas religiosas, y hasta poemas sobre sexo y alcohol. Una gran preocupación dentro de la literatura árabe (como de otras literaturas antiguas), era la de ser agradable al oído, teniendo en cuenta que la escritura tenía el objetivo de ser leída en voz alta, por ello se ponía un gran cuidado en buscar una sonoridad especial. Incluso la prosa rimada se menciona como ‘saj’, que significaba, originalmente, el ruido que hace una paloma.

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